Había una vez un barquito chiquitito…
Hablando se entiende la gente…o eso creía yo antes de venir a Alemania. Tendemos a pensar que conocer un idioma, dominar su gramática y vocabulario nos prepara para la vida en el país, ¡si todo fuera tan fácil!
Diez años después de aterrizar en Múnich miro atrás al camino recorrido hasta ahora. Han sido muchos buenos y no tan buenos momentos, pero principalmente un aprendizaje sobre quién soy, de dónde vengo y a dónde voy.
El programa de Mentoring será un puente entre ambas culturas, hispana y alemana. Por un lado para que las que llevamos tiempo aquí sigamos en contacto con nuestra lengua materna y cultura, por otro, para que las recién llegadas conozcan su nuevo entorno, puedan orientarse y aprovechar las oportunidades que Alemania ofrece a nivel personal y profesional.
¡Quiero saber más acerca del programa de mentoring para mujeres hispanohablantes!
Decálogo del emigrante
- No hay baldosas amarillas que pisar cuando te marchas con la licenciatura a otra parte.
- No hay clases magistrales que te hagan ver con otra luz el universo conocido.
- No hay libros donde esté escrito el consejo que te hará de guía.
- No hay cartas en las que ver tu destino.
- No hay red social que te explique cómo será tu vida allá.
- No hay vuelos de bajo coste que acepten maletas cargadas de sueños.
- No hay miedos que puedas soltar como lastre antes de llegar.
- No hay guías que puedan indicarte los lugares que serán más importantes.
- No hay consuelo que se lleve la morriña de tu tierra los días grises ni la melancolía de las tardes soleadas.
- No hay precio que poner a las emociones que te acompañarán pero tampoco hay dudas sobre las personas que compartirán contigo un trozo del camino.