Desde hace unos 10 días en Baviera tenemos también estado de alerta. Esto significa que nuestra actividad se ha reducido y que pasamos la mayor parte del tiempo en casa. La gran pregunta surge: ¿Cómo aprovechar los días en casa? El problema es el precio del alquiler en Múnich. Según algunas fuentes es el más alto del país o el segundo más alto depende de la fuente que se consulte. Es un reto compartir un espacio, ya de por sí reducido, con tu pareja que también trabaja desde casa. Todo esto sin agobiarte en el intento de tener algo de espacio propio. ¿Videollamadas paralelas? ¡Bienvenidos a la torre de babel! Él habla en alemán o inglés, yo en español o alemán…
Es el momento de releer «Una habitación propia» de Virginia Woolf, uno de mis libros favoritos. Trata acerca de la necesidad de contar con un espacio propio en el que recogerse, escribir, leer y en definitiva, sentirse uno inspirado. Estaba en ello, cuando surgió una idea nueva… ¿y si en lugar de tratar de separar el espacio del que disponemos nos centramos en optimizar los metros cuadrados que compartimos?
¡A ordenar! para aprovechar los días en casa
¡Voilà! Me puse en modo Marie Kondo pero en mi estilo y empecé a apilar todos los objetos de las estanterías sobre la alfombra del salón. El ejercicio en sí ya es positivo, porque estos días no puedo evitar tener la sensación de falta de movimiento. Por mucho yoga y zumba online que practique sigo sintiendo que me muevo menos que los ojos de Espinete. Tras vaciar las estanterías llega el momento de preparar una taza de té y sentarse en la alfombra junto a los objetos. Es la hora de decidir cuáles se quedan y cuáles abandonan nuestra lata de sardinas bávara. Por un rato apagamos las pantallas y nos concentramos en objetos reales.
Se trata de un ejercicio emocional pero no tan radical como la Kondo. A mi manera le agradezco a los objetos que llegaran a mi vida. Recuerdo cómo llegaron, quién me los regaló, recomendó o dónde los compré y qué situaciones hemos vivido juntos. Por ejemplo, en qué momentos de mi vida he vuelto a ojear las páginas del libro; qué pensé en ese momento, cómo me sentí, cuál era la situación en mi vida personal y profesional.
Ejercicio de meditación
A veces es agradable, vuelves a sentir el calor de la sonrisa de la persona que te lo regaló, los paisajes del lugar en el que encontré el objeto, el olor de la ciudad y sus calles de las que tomé un recuerdo que llevarme conmigo a Múnich. Me gustó disfrutar de este nuevo tipo de meditación consciente, por así llamarla. Es una forma de sentirse viva, de vuelta a mi biografía: de dónde vengo, dónde estuve, qué he vivido, qué recuerdo, a quiénes, qué personas han formado parte de estos años, qué he aprendido, qué fue bueno, que pudo haber sido mejor.
Después de la parte emocional/sentimental nos centramos en cómo aprovechar estos días en casa. Una vez que has separado los objetos y decidido con cuáles te quedas y cuáles no pasemos a las opciones de venta, regalo, trueque…en Alemania. Esta es una sugerencia sobre cómo aprovechar los días en casa de forma que tengas algún beneficio.
¿Qué hago con los objetos deshechados?
En la web de Momox podéis vender libros, CD, DVD, videojuegos y ropa de marca. Ellos revenderán los objetos a través de la página Medimops. Basta con teclear el número del código de barras del objeto. La web os da un precio de compra ajustado en función de la demanda y las unidades del mismo que tienen almacenadas. Si la venta de tus objetos supera los 10€ te regalan el envío. Es decir, embalas los libros en una caja, descargas e imprimes la etiqueta de envío y la pegas en el exterior del paquete. Solo queda llevar los libros a la oficina de correos o paquetería DHL o Hermes más próxima y esperar a que la transferencia bancaria llegue. No solo tienes más espacio en casa y ganas unos eurillos sino que a la vez ayudas a difundir la cultura y reciclas. Nada de saturar los contenedores de papel.
La segunda opción se llama Tauschticket y como su nombre indica se basa en el trueque de objetos. Después de registrarte creas tus propios anuncios de cambio y estableces el precio del cambio en tickets (entre 1 y 20). La página se financia con los 49 céntimos de comisión que se quedan por cada trueque.
Por supuesto que hay otras opciones como Ebay Kleineanzeigen pero las dos anteriores funcionan a través del envío y son una forma de evitar el contacto personal. De otro lado Momox te permite vender todos los libros a la vez. Te ahorras el poner anuncios, aunque sean online, y esperar a que haya compradores para cada objeto. ¿Conoces alguna otra alternativa además de éstas?