Esther Patrocinio (Salamanca, 1983) es jefa de Ventas y Dirección Comercial en el Teatro de Cámara de Múnich y profesora de español como lengua extranjera en la Universidad de Múnich (LMU). También ha sido becaria en la Oficina Española de Turismo de la ciudad y ha trabajado en el equipo de comunicación internacional de Media Markt y en GEMA, la Sociedad alemana de Gestión de Derechos de la Música. Además, es amiga de sus amigos, escribe y le gusta viajar… y el jamón.

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¡Mamá, me van a entrevistar en Marca España en RNE!

entrevista en marca españa en rne

Si alguien me hubiera dicho cuando era pequeña que algún día daría una entrevista en Marca España en RNE (Radio Nacional de España) no lo habría creído. Pero sí, resulta que mi libro con todas las historias, divertidas y también chungas, de emigrante en Alemania fue el tema principal en el programa Marca España en julio de 2020.

No termino de creer todo lo que ha pasado en los últimos meses. Empezando por el apoyo de la editorial Libros.com, siguiendo con la respuesta de los mecenas que en tan solo 30 días sumaron los 5.000 € del crowdfunding y terminando con algo muy bonito, las entrevistas que me hicieron en distintos medios y canales para explicar porqué un libro, porqué en tiempos de pandemia y para qué voy a usar los beneficios como autora.

Soy emigrante

Cuando hice las maletas para venir a Múnich no pensaba quedarme más de dos años. Era solo una decisión temporal hasta que la crisis económica pasara y pudiera volver a España a trabajar en gestión cultural y comunicación. ¡Eso me creía yo!

Nada, ya son 11 años en territorio bávaro habiendo superado innumerables malentendidos lingüísticos y culturales, ¡y los que me quedan! De todo ello hablé en la entrevista de CEXT Cultural (Ciudadanía Exterior).

Conoce la experiencia de Esther en Múnich a través de su libro «Desde Múnich con Jamón»

Editorial Libros.com

Cuando empecé a pensar en el plan de escribir sobre mis vivencias de española en Múnich tenía claro que no iba a ser un libro al uso y que no quería complicaciones con editoriales tradicionales ni sentirme terrorista del planeta por permitir que se hiciera una tirada que después no iba a venderse. En medio de la jungla de editoriales que imprimen bajo demanda y otras clásicas encontré Libros.com. Tuve pánico de estrellarme con la idea, de que a nadie le interesara el libro y de que fuera un fracaso. Pero ahí estuvo el equipo de libros.com apoyándome con la campaña de Crowdfunding y creyendo desde el principio en el proyecto “Desde Múnich con Jamón”.

La editorial es un soplo de aire fresco que apuesta por la difusión y promoción de la lectura a través de Podcast, Facebook Live y apoyo a las pequeñas librerías, que son clave en el proceso lector. Aquí os dejo el programa de #SeguimosLeyéndonos donde charlamos sobre las aventuras en mis 10 años de emigración.

Entrevistas después de Marca España en RNE

En otros artículos he hablado sobre la Consejería de Trabajo en Alemania. Bien, pues tienen un apartado en el que participamos los españoles residentes aquí a través de entrevistas sobre nuestra profesión y experiencias en Alemania. Ellos también se hicieron eco de la campaña de Crowdfunding y mis experiencias bávaras.

La última  entrevista fue también la más especial para mi. Elena Villegas es la Directora de Radio Universidad en la Universidad de Salamanca. Han pasado ya algunos añitos desde que llegué a los micrófonos de Radio Universidad con una colaboración en forma de microrrelatos y posteriormente con un programa semanal llamado „Carajillo literario“. Elena siempre confió en mis ideas, aunque fueran un poco diferentes como cuando cubrí la presentación del último libro de Muñoz Molina en el Instituto Cervantes de Múnich. Elena además se atrevió a preguntarme por la integración en Alemania, mis dificultades y el vínculo que aún mantengo con la Universidad de Salamanca.

¿Tienes curiosidad y quieres saber más sobre el libro? ¡Aquí puedes leer un adelanto y reservarlo a un precio especial antes de su lanzamiento!

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Verano en Baviera (¿en el balcón?)

Días de sol y cine: Verano en Alemania en el balcón

Me lo veo venir. ¡Días de sol y cine! Este verano tampoco habrá modo de viajar a España porque no estaremos vacunados, con un poco de suerte en otoño igual y si la gente sigue rechazando las vacunas de AstraZeneca pues igual hasta en octubre o noviembre nos toca el primer pinchazo.

Entre unas cosas y otras ha llegado la primavera a Baviera, todo un fenómeno porque nunca es regular como la campaña del Corte Inglés. ¡Esas costumbres tan de casa que echo de menos en ocasiones! De otro lado estoy más alemanizada de lo que me gustaría y ya he empezado a organizar el verano…vacaciones sí pero en versión pandemia. Para empezar no sé si realmente vamos a tener vacaciones en verano o entre ERTEs, decisiones políticas, plan de emergencia y frustraciones varias del personal está todo en el aire. ¿Qué alternativas quedan? Pues pasar el veranito en el balcón que por duro que sea el confinamiento no me pueden impedir sentarme con un libro a disfrutar del sol. ¡Lorenzo no nos abandones!

¡Vivan los balcones!

Todo esto me planteó la operación «Verano en Múnich» que otros años era de lo más agradable porque se podía hacer picnic, sentarse en las terrazas, nadar en los lagos, piscinas, hacer cola durante media hora en las heladerías italianas del centro, ir en bici a dar una vuelta con amigos, pasear a lo largo del río Isar…¿será esto posible en 2021? A las malas me veo como en la primera película alemana en versión original que vi: Verano en Berlín (Sommer vorm Balkon, 2005).

Esto del coronavirus es así: máximo puedes quedar con una persona de otra unidad familiar. Tal cual me veo con una amiga en el balcón haciendo la operación fotosíntesis para disfrutar un poquillo del buen tiempo.  Un poco como las dos amigas protagonistas de la película; Katrin y Nike que peripecias aparte disfrutan del verano en el balcón de esta última.

¿Existen las casualidades?

Para los amantes de las coincidencias diré que el actor que interpreta al hijo de Katrin, Vincent Redetzki, es miembro del Ensemble del Kammerspiele, así que coincidimos a menudo en el laberinto detrás del escenario. Nos conocimos en una situación divertida:

  • ¡Hola! Soy Vincent.
  • ¡Hola! Soy Esther. – con apretón de manos alemán de por medio.
  • ¡Ah eres la nueva estudiante de la Otto Falckenberg Schule!
  • No…
  • ¿Entonces eres…?
  • La nueva jefa de ventas y dirección comercial.
  • ¡Ups! Perdóneme usted no lo sabía.
  • No hay nada que perdonar podemos seguir hablándonos de tú.

Tardé varios meses en tener suficiente confianza para contarle que Verano en Berlín fue la primera película en versión original que vi en la Escuela Oficial de Idiomas. ¿Quién me lo iba a decir? Cuando todos me decían que era una loca por aprender alemán en la EOI a la vez que estudiaba en la Universidad nunca hubiera imaginado que un día, años más tarde, trabajaría en el mismo teatro que uno de los actores de aquella película.

Días de sol y cine

Como parte de la preparación del verano en el balcón he empezado una pequeña lista de comedias alemanas divertidas para conocer más sobre la cultura alemana, sus usos y costumbres y de paso, mejorar el idioma también:

  • «Sommer vorm Balkon» (2005): dos amigas: una de ellas madre soltera, un balcón, Berlín, un romance y muchas peripecias.
  • «Vier gegen die Bank» (2016): Til Schweiger, Matthias Schweighöfer, Jan Josef Liefers y Michael Herbig. ¿Qué sucede cuando cuatro hombres desesperados deciden asaltar un banco?
  • «25 km/h» (2018) con dos grandes actores: Lars Eidinger y Bjarne Mädel a los que aún no he podido ver sobre un escenario. Comedia agridulce sobre el reencuentro entre dos hermanos tras la muerte del padre. ¡Absolutamente recomendable!
  • «Toni Erdmann» (2016) con la grandísima Sandra Hüller a la que pude ver sobre las tablas del Kammerspiele poco antes del confinamiento en 2020. Nominada como mejor película de habla no inglesa en los premios Óscar y candidata a la Palma de Oro en Cannes. ¿Hace falta decir más?
  • «Pappa Ante Portas» (1991): un clásico del gran Loriot. En sus películas hay momentos que no sé si reir o llorar con las causas y consecuencias de la alemanidad del ser. imprescindible para reírte en los días que te sientas luchando contra la cuadrícula mental alemana.
  • «Der bewegte Mann» (El hombre deseado, 1994): la película que hizo famoso a Til Schweiger se centra en la relación entre un hombre atractivo, su novia y un admirador homosexual, y juega con los estereotipos de gays y heterosexuales. ¡Grandísimo Joachim Król!
  • «Good Bye Lenin» (2003): la primera película con Daniel Brühl que vi en versión original. ¡Divertidísima y a la vez invita a pensar en lo que supuso la caída del Muro de Berlín para toda una generación post-guerra!
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¿Racismo? ¡Yo No Soy Racista!

yo no soy racista

¿Existe discriminación racial? ¿Soy racista? Esas son las preguntas que seguramente te estarás haciendo al leer esto. La respuesta a ambas preguntas es sí. Sí porque somos educados en un sistema de racismo social. En las últimas semanas leí dos libros que me hicieron abrir los ojos a una realidad en la que siempre clasificamos las cosas en cajones. Somos así etiquetamos todo lo que nos rodea para facilitarnos la tarea de enfrentarnos al mundo. Así que en la visión compartimentada confirmamos y repetimos las muestras de comportamiento socialmente aceptadas sin pararnos a pensar en el significado de estas o las consecuencias que tienen para otros seres humanos.

Día Internacional contra el Racismo

El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra el 21 de marzo de cada año. Ese día, en 1960, la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra el apartheid en Sudáfrica. Al proclamar el Día en 1966, la Asamblea General de las Naciones Unidas instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial.

Recientemente las noticias se hicieron eco del brutal acto de racismo en el que un americano disparó y asesinó a varias mujeres de procedencia asiática alegando “fetichismo sexual”. Desde que empezó la pandemia del coronavirus existe una ola de ataques a la comunidad asiática acusados de ser culpables del virus que azota a la humanidad.

Siempre la división nosotros y los otros. ¿Quiénes son nosotros? ¿Quiénes los otros? No podemos hacer una clasificación basándonos en criterios físicos: color de piel, de pelo de ojos, altura…todas estas características y otras como las creencias religiosas, orientación sexual, género no indican si esa persona es una buena persona, si respeta a otros, si tiene valores o intereses compartidos contigo.

A lo largo de los años que he pasado dando vueltas por Europa he vivido situaciones que me han servido para recordar esto, para ir dejando esas miguitas en el camino a descubrir la racista que hay en mí. ¿Qué prejuicios tengo? ¿Cómo reacciono cuando hay personas diferentes a mí en entorno? No solo existe racismo, también discriminación, clasismo, machismo…y todos los -ismos malditos del mundo que hemos creado para dividir la realidad en cajones que nos hagan sentir más seguros. ¿Seguros de qué? Si para sentirte bien contigo misma tienes que presionar a otros, hacerles daño, discriminarlos háztelo mirar porque está claro que el problema está en ti y no en otros.

¡Yo no soy racista!

Dicho esto en los medios alemanes se está hablando de la falta de diversidad en instituciones y organismos oficiales. Trabajo en una institución cultural en la que en los últimos 6 años se están abriendo las puertas a BIPOC y LGTB+. A veces me pregunto porqué está socialmente aceptado que los artistas, los creativos puedan ser diferentes a la norma heteropatriarcal. Como si de alguna manera el saber que están clasificados en esa área donde se les premia y reconoce su labor profesional nos limpiara el karma y mágicamente dejáramos de ser racistas. No, lamentablemente también somos racistas cuando damos por hecho que las personas de color son grandes deportistas, bailan mejor o dominan ciertos tipos de ritmos musicales como artistas. Eso es racismo positivo, positivo pero racismo.

Uno de los fragmentos que más me hizo pensar fue el dedicado al White Saviorism escrito por Alice Hasters en su libro „Was weiße Menschen nicht über Rassismus hören wollen aber wissen sollten“ (lo que las personas blancas no quieren oír pero deberían saber sobre el racismo). Nos hemos creído la película en la que nosotros europeos blancos somos los salvadores del mundo. En todo curriculum debes tener un voluntariado en alguna ONG en África, India o América Latina. ¿No es otra forma de racismo creer que los otros nos necesitan para ser salvados? Sigo creyendo en el proverbio chino „enséñame a pescar y no volveré a pasar hambre“. Además nosotros también tenemos mucho que aprender de otros.

Abre los ojos: todos somos racistas

Como mujer tengo mucho que aprender sobre las mujeres BIPOC y esa fuerza, el coraje y el ego sano que muestran al mundo, la hermandad #sisterhood que mantienen viva como red de apoyo entre ellas. Algo que muchas veces echo en falta en todos las categorías en las que se me puede clasificar: mujer, española, emigrante, con estudios superiores, soltera, sin hijos, jefa de equipo, docente, hija, hermana, tía, pareja, extranjera, alemana, autora. El apoyo de una comunidad es fundamental y por eso no dejo de recomendar la lectura de un segundo libro: Tupoka Ogette «Exit Racism. Rassismuskritisch denken lernen» (Sal del racismo: aprende a pensar el racismo de forma crítica). Lamentablemente ninguno de estos libros está traducido al español pero no hace falta tener un nivel alto de alemán para poder leerlos. ¡Muy recomendables para mejorar tu alemán y la consciencia intercultural sobre Alemania!

Es necesario que cada persona se confronte a sí misma, sus valores y prejuicios. No apoyar un ataque racista en público no basta para que puedas designarte no racista. Hay miles de pequeños detalles en el día a día que muestran nuestro racismo socialmente aceptado. Debemos tomar la decisión de analizar en modo crítico nuestro „ser blanco“.

A mal tiempo, buena cara: cómo sobrellevar la discriminación

A mal tiempo buena cara: superar la discriminación

La semana pasada quedé con una vieja amiga para una videollamada. Laura y yo nos conocimos en una Universidad española de cuyo nombre no quiero olvidarme. Cada vez que hablamos nos reímos de cómo aprendimos a poner buena cara al mal tiempo y sobrellevar la discriminación. Como dice ella, éramos los restos. Restos de una promoción de avispados estudiantes de publicidad y relaciones públicas a los que nuestro profesor de creatividad publicitaria obligó a formar grupos para funcionar como una agencia de comunicación durante el último año académico. Éramos los restos porque a ella no la quería nadie en su grupo y a mí, cuando pregunté me dijeron que: “Tú eres una estudiante de intercambio no me voy a arriesgar a meterte en mi grupo y que me baje la nota media”. ¡Caray y luego decían que los de provincias lo teníamos complicado en Madrid!

Ahí nos quedamos Laura y yo mirándonos con ojos de cachorro abandonado. Algunos minutos más tarde, mientras intercambiábamos dirección de e-mail y teléfono, entraron en el aula dos chicas más que tampoco tenían grupo. Así fue como nació el equipo PLE-A. Fuimos los restos combinados en una operación renove nunca vista anteriormente.

A mal tiempo, buena cara: ¿Discriminación?

Nos lo pasamos pipa con las lluvias de ideas y diseños gráficos que se nos ocurrieron. Además al final del curso Laura y yo fuimos seleccionadas para participar en el cdec para estudiantes. El todopoderoso club de creativos que sólo admitía a un grupo reducido de estudiantes de publicidad por universidad. Cuando el profesor anunció el nombre de los participantes se escucharon los comentarios de la misma persona que en su día me recordó eso de que yo era una estudiante de intercambio.

Esta vez volvió a repetirlo delante de todos: “Esther es una estudiante de otra Universidad que está aquí de intercambio no debería ocupar un puesto que le pertenece a un estudiante de esta Universidad”. ¡Zas! Lo dijo una mujer, la misma que años después me sigue por las redes sociales y no deja de comentar las “similitudes en nuestras vidas”. Le he dicho varias veces que similitudes veo pocas; yo soy de trabajar para lograr lo que quiero y no de buscar excusas para sacar la envidia como arma arrojadiza contra los que son mejores que yo.

¿Se entiende ahora ya lo de “hacer un Esther”?

Por si no hubiera quedado claro hubo una tercera situación dónde se usaron los mismos argumentos. A la hora de asignar las prácticas obligatorias en la Universidad se usaba como parámetro la media del expediente académico. Para mi suerte o mi desgracia me correspondía estar entre los 3 primeros de la lista, lo que suponía elegir empresa donde hacer las prácticas.

¡Cuál sería mi sorpresa al ver mi nombre colocado en último lugar de la lista con un cerapio por nota media! Me froté los ojos varias veces para estar segura de que no se trataba de un error. Una hora después en el despacho del profesor encargado de tutorizar las prácticas me repitió lo mismo con otras palabras: “Tú vienes de otra Universidad no vamos a darte preferencia frente a los estudiantes de casa”. Desde ese momento le hice la cruz al susodicho y me dije eso de si vis pacem para bellum, majo.

Fui la última. Me dieron las sobras y mi nuevo archienemigo se pegó la sobrada de recordarme: “Agradecida deberías estar de que te demos la oportunidad de hacer las prácticas aquí” y ahí ya le miré y le embestí con un: “Descuide que ya he hablado en Madrid con el Decano para asegurarme que los alumnos de esta Universidad reciben el mismo trato benevolente que usted me concede a mí” . Desde entonces no hemos vuelto a vernos cara a cara.

¡Nunca se sabe qué es mejor!

Me sentí como me siento muchos días desde que vivo en Alemania, cuando de forma consciente o inconsciente me recuerdan eso de que “soy diferente”. Puede ser por una alusión positiva como cuando alguien me dice eso de “los españoles son una gente muy abierta y simpática” o puede ser negativa cuando dicen “bueno en España todo es para mañana, mañana o al otro día”.

Hice las prácticas donde nadie quería y ¡tan estupendo que fue! Resulta que tuve unas compañeras de oficina geniales que me incluyeron en su panda del café desde el primer día, que me dieron la oportunidad de presentar mis propias ideas a la Vicerrectora de Comunicación y que le propusieron a la Universidad contratarme durante todo el verano. ¿Quién sabe si los que tenían el privilegio de elegir sus prácticas en otras empresas tuvieron mejores o peores experiencias? Ni lo sé ni me interesa.

Caminante no hay camino…

Desde entonces he colaborado con alguna de mis excompañeras de oficina en proyectos internacionales y siempre con la máxima de crear, inspirar, conectar y comunicar. Por eso me reí cuando en nuestra última videollamada Laura me contaba preocupada que uno de sus estudiantes más aplicados se bloquea en los exámenes porque tiene miedo de que le “hagan un Esther” y no consiga estar el primero de la lista para elegir empresa donde hacer sus prácticas e iniciar su carrera profesional.

Igual le hacen un favor al chaval y él agobiándose sin saberlo. Le di permiso a Laura para contarle mi historia y a la vez pensé que podría servirle de ejemplo a otros que están en una situación similar. Como decía Shakespeare el destino es el que baraja las cartas pero somos nosotros los que jugamos. Y tú ¿juegas o te quejas de las cartas que te han tocado?

Pública21, encuentro digital para profesionales en la cultura #LaCulturaSeMueve

Pública21 encuentro digital La cultura se mueve

A veces la publicidad personalizada de Google me inspira y me lleva a descubrir eventos nuevos. Así fue como participé en Pública21 encuentro digital organizado por la Fundación Contemporánea. La edición de 2021 ha sido completamente online por lo que he podido disfrutar del intercambio de experiencias durante los tres días de duración. ¡Algo bueno tenía que tener el coronabicho!

¿Qué hace una chica cómo yo en un lugar como Pública21?

Sé que habrá quién diga qué pinto yo ahí si vivo y trabajo en Alemania. Como gestora cultural expatriada me siento en la obligación moral y profesional de tender puentes entre las dos culturas a las que pertenezco; la española y la alemana. Aparte que la situación actual de crisis y alerta roja para el sector cultural no distingue entre países o sectores, nos afecta a todos por igual.

Retos y nuevos horizontes en el panorama cultural

El futuro de la cultura, ese es el quid de la cuestión y bajo el lema #laculturasemueve tuve la oportunidad de participar en interesantes mesas redondas, casos de estudio y conocer de primera mano las inquietudes y adversidades de gestores culturales, instituciones y fundaciones públicas y privadas en el ámbito hispanohablante.

Uno de los puntos fuertes del foro fue la apertura digital al mundo hispanohablante. El abrir puertas a todos aquellos que en el ámbito de habla hispana trabajan por y para la cultura. Es una asignatura que hemos tenido siempre pendiente. De algún modo sigue flotando la consideración de España como “patria” y nación que lidera desde una posición privilegiada en el ámbito de la Unión Europea a sus antiguas colonias americanas. ¡Nunca mais! Hablamos el mismo idioma, colaboremos de igual a igual.

Otro de los aspectos más comentados fue la rentabilidad de la visualización del contenido. En estos momentos las artes escénicas experimentan con la digitalización y con nuevos modelos de negocio que permitan alcanzar una cierta rentabilidad. En este sentido se genera el debate acerca de la subvención. Como recordaba Genís Roca: “desconfiamos de medios de comunicación que están fuertemente subvencionados”…coincido con él en este tema. La cultura debe provocar, arriesgar y si todas las instituciones y producciones dependen exclusivamente del dinero público corremos el riesgo de que todo lo creado tenga como fin último el responder a las expectativas e ideologías del partido o los intereses del poder.

El futuro de la cultura

En España los teatros y los cines están abiertos, al contrario que en Alemania. Esto nos ha llevado a desarrollar el ingenio y apostar por ofrecer contenidos en streaming bajo paywall. Como expliqué en una reciente entrevista al Bayerischer Rundfunk no se trata tanto de generar beneficios económicos como de crear una conciencia y consciencia pública que valore el trabajo que hay detrás de cada obra llevada al escenario. Mientras los periodistas preguntan ávidos de publicar y representar cifras y gráficos, nosotros gestores culturales, nos orientamos hacia los nuevos retos y paradigmas de la crisis COVID-19.

Retos como, por ejemplo, la pérdida de la sociabilidad y la experiencia colectiva de ir al teatro o al cine. Han surgido algunas iniciativas como las “watchparties” que busca recrear la experiencia comunitaria de ver contenido y compartirlo con amigos a través de medios digitales.  Aquí surge el eterno dilema: ¿Dónde está la barrera entre el teatro y el cine? El teatro se produce en ese momento concreto, ante los ojos del público, es real y deja de serlo cuando se trata de una grabación similar al producto que ofrece Netflix.

¿Nos vemos en Pública22? Espero que en la edición haya también una mesa para compartir experiencias internacionales con otros gestores culturales que como yo, desarrollan su trabajo en instituciones extranjeras.

¿Crisis en la cultura? ¡Oportunidad para su digitalización!

Teatro de Cámara Múnich - crisis para la cultura

Nos preguntamos si existe crisis en la cultura y yo no veo una crisis sino una oportunidad para su digitalización. La crisis que afecta a la cultura llegó de la mano del confinamiento obligatorio por culpa del minúsculo virus que sigue dando guerra. Por si no era poco con aprender a ser jefa siendo mujer, extranjera y más joven que el resto de miembros del equipo que dirijo…llegó la obligación del gobierno bávaro de cerrar las puertas del teatro. El Münchner Kammerspiele vivía además la transición entre el director artístico anterior y la nueva directora artística.

MK: Münchner Kammerspiele – Teatro de cámara de Múnich

A finales de Julio terminó la intedencia de Matthias Lilienthal al frente del teatro y llegó Bárbara Mundel. La primera mujer que dirige la institución desde su origen. Todos los compañeros y mi jefe me avisaron de los cambios que implica cuando un equipo artístico deja la institución y llega otro nuevo. A algunos de los actores, colaboradores, directores y dramaturgos los echo aún de menos, no sólo su presencia sobre el escenario sino también su parte humana. He aprendido sobre el trabajo que conlleva producir una obra teatral, desde negociar con la editorial por los derechos hasta la lucha por que la armonía se mantenga en el equipo que contrarreloj y bajo el estrés de lograr que esa magia llamada “teatro” se produzca.

Misión: teatro para todos

Nuestra misión como teatro de la ciudad es garantizar el acceso a la cultura a toda su población: jóvenes, mayores, modernos, clásicos, familias, grupos, padres solteros, estudiantes universitarios, jóvenes profesionales, estudiantes de FP…para todos ellos hay un asiento disponible al alcance de su bolsillo. Lógicamente la dirección artística del teatro incide en las obras que se representan sobre el escenario y la temática a seguir en los 5 años de contrato que la dirección firma con la administración de la ciudad. Mi trabajo como directora comercial se fundamenta en la estabilidad económica de la Institución. Como responsable de establecer los precios y trabajar con el equipo de producción para compensar los costes con los ingresos, de repente, cambió mi papel. Una nueva situación en un contexto de pandemia. ¡Cerramos las puertas!

¿Es el teatro relevante? ¿Está la cultura en crisis?

En medio de todo el cierre de teatros, cines y salas de eventos surgieron las dudas, las preguntas ¿es el teatro relevante para el sistema? ¿Supone el confinamiento una crisis para la cultura? Sucedió algo que confirmó lo que desde hace diez años observo en Alemania. Los alemanes se dejaron llevar por el confinamiento y su reacción fue protestar por el cierre de las instituciones culturales y ¡eso fue todo! Protestar y recrearse en la protesta a todos los niveles: manifestaciones, quejas por escrito ante los distintos gobiernos (local, regional y nacional) y pensar en formas de presionar para lograr que volviéramos a abrir las salas del teatro aunque fuera a 50 personas como hicimos brevemente en octubre y noviembre del pasado año.

Yo no pude hacerlo, puede que sea mi naturaleza de emigrante que conlleva el adaptarse a cada nueva situación y cambio fuera de tu zona de confort, puede que fuera porque soy española y para bien o para mal estamos acostumbrados a buscarnos la vida sin esperar nada del gobierno, sea del color que sea. Puede que sea una mezcla de ambas cosas pero decidí quejarme una vez y seguir pensando en alternativas. Mi alternativa era clara: Livestream.

Dicen que hay crisis…¿Qué hacemos?

Si llenamos las salas del teatro en Múnich, las llenaríamos al abrirlas a todo el mundo germanohablante. Tardé varios meses, casi medio año en convencer a casi todos de que era posible ofrecer un teatro para llevar en soporte digital al que nuestro público fiel respondiera. Así fue, después pruebas, contactar con distintos proveedores, negociar las condiciones, poner a prueba el sistema y coordinar todo con ayuda de mi compañera en el departamento de comunicación logramos ofrecer por primera vez un estreno online.

Hay crisis y habrá crisis porque no todos los teatros disponen del equipamiento técnico ni personal necesario para comenzar su andadura digital. Pero como dijo cierto premio Nobel nacido en Alemania:

“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche obscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera si mismo sin quedar `superado´.» -Albert Einstein.

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¡Feliz 2021! Novedades legislativas del nuevo año en Alemania

novedades legislativas en alemania en 2021

¡Prepárate que el año nuevo llega con algunos cambios legislativos importantes en Alemania! Pero antes, ¿Lograste seguir las campanadas desde aquí sin atragantarte con las uvas? Yo no lo conseguí parte porque la emisión desde España tardó en conectar y parte por mi familia alemana y sus “el reloj de la puerta del sol va con atraso. Ya estamos en 2021 y vosotros entretenidos con redobles de campanas”. ¡Ay esa alemanidad del ser! ¿Qué sería de nosotros sin la función apuntadora de los alemanes

Ironías aparte el año nuevo ha llegado, esperemos que lleno de buenas noticias y como no podía ser de otra manera en Alemania, tenemos cambios en temas que son importantes para nosotros expatriados.

Algunas novedades legislativas y cambios sociolaborales en 2021

La Consejería de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de la Embajada de España en Alemania ha resumido en esta nota informativa las novedades legislativas más relevantes en materia sociolaboral que han entrado en vigor en enero de 2021.

Algunos de estos cambios afectan a la cotización al seguro de pensiones, desempleo y enfermedad o la reducción de la jornada laboral de carácter coyuntural (el famoso Kurzarbeit que a todos nos afecta).

¿Quieres saber más sobre la Consejería y los servicios que ofrece?

novedades legislativas en alemania en 2021Os recomiendo leer la nota y aprovechar para inscribiros en la lista de correo de la Consejería. Así estáreis al día sobre la legislación alemana y cómo nos afecta a los españoles que residimos aquí. En el post sobre emprendimiento en Alemania encontrarás los datos de contacto de las oficinas. Es importante tener en cuenta que nos encontramos en un país distinto del nuestro. España y Alemania, son ambos estados miembros de la Unión Europea pero sus normas y leyes son diferentes. Por eso es importante estar informados de nuestros derechos y deberes como españoles residentes en Alemania.

Achtung, ¡Emigrante española en Múnich publica su diario 2010-2020!

Emigrante española en Múnich publica libro

¿Porqué una emigrante española en Múnich publica un libro sobre sus vivencias, dificultades y retos durante la década 2010-2020? te estarás preguntando. Déjame explicarte qué me llevó a compartir todo lo vivido, bueno y no tan bueno, con el resto del mundo.

Pero antes pongámonos en situación. En marzo de 2020 mi rutina cotidiana cambió de un día para otro. De pronto, el trabajo dejó de ser la ocupación más importante del día. De repente, nadie sabía cómo iba a seguir la economía y nuestra vida durante el confinamiento. Aquí al menos podíamos salir a la calle, hacer deporte con otra persona de tu unidad familiar. En España la cosa pintaba diferente: confinamiento estricto en la vivienda unto a cifras terroríficas de enfermos y fallecidos.

Toda buena historia tiene un buen motivo

Me sentía impotente, atada de manos en la distancia simplemente esperando noticias desde España. Mientras tanto ahí estaba yo en el mes de abril con una taza de café en la mano sentada en el balcón. Necesitaba la vitamina D, los rayos de sol y ¡de repente escuché a alguien hablando en español! ¿Tenemos vecinos españoles? – me pregunté. No, en nuestro bloque no pero sí en el edificio de enfrente. La chica en el  balcón al otro lado de la calle ¡es española! Así que me lancé a escribir un mensaje en un grupo de Facebook de españoles en Múnich y ¡tachán, tachán! gracias a mi post, conectamos. Los días siguientes nos escribimos, nos preguntamos mutuamente por nuestras familias en España, por la situación en el trabajo, por nuestros rincones preferidos de nuestra nueva ciudad.

De profesión emigrante española en Múnich

Además de mi vecina otros «vecinos» respondieron a mi mensaje. En la calle paralela, en la plaza detrás de nuestra calle, en la avenida al otro lado…¡por todas partes gente de España! De repente, después de diez años en el exilio voluntario eché de menos mi tierra. Me entró la morriña. Me faltaba ese carácter nuestro un poco picaresco, un poco despreocupado, de echarle sal a la vida y tirar para adelante con humor. Por eso propuse que nos reuniéramos en Zoom para conocernos.

Sucedió así que, de repente, no sólo conocí a mis vecinos de los alrededores sino que además recordé el camino recorrido desde 2010, cuando llegué a esta ciudad obligada por una beca hasta llegar a ser la persona que soy ahora. Nunca habría pensado en quedarme aquí ni en solicitar la doble nacionalidad. Desde el principio mis planes siempre fueron cumplir con la beca y después echar el vuelo de nuevo a quién sabe dónde, donde mis alas me llevaran. Resulta que las dos horas del encuentro digital con mis vecinos españoles me hicieron pensar en las dificultades e inconvenientes que tuve, en lo sola y perdida que me sentía en 2010 y lo poco que me gustaban Alemania, sus gentes y costumbres. Ahí estaba yo, dándole consejos a otros y diciéndoles eso de: «Hasta que llega la deutsche vita y te acostumbras a disfrutar de lo bueno».

¡ Viva Baviera a pesar de las dificultades!

Pero ¿Quién soy yo para decirle a nadie lo que tiene que hacer? Eso fue lo primero que pensé cuando uno de mis vecinos me sugirió escribir todas mis hazañas de expatriada en la capital bávara. Entonces pensé que contarle al mundo mis aventuras y desencuentros con la cultura alemana podía servir com oterapia de choque para los que como yo, se sintieron perdidos lejos de su país de origen.

Para animarme a perder el miedo al qué dirán y la vergüenza de compartir bajones, marrones y situaciones kafkianas (pero reales) decidí publicar el libro con un objetivo: los beneficios como autora irán destinados a crear un programa de mentoring que conecte a los recién llegados con los que ya estamos establecidos aquí. Una forma de estar en buena compañía, ampliar contactos, recibir consejos de quiénes pasaron por las mismas situaciones y, a la vez crecer mutuamente como personas y profesionales. ¿Me acompañas en este viaje entre dos tierras? Aquí puedes hacerte con tu ejemplar del libro en papel o ebook.

Cada ejemplar vendido es una aportación para poner en marcha el proyecto de mentoring para mujeres hispanohablantes.

 

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¡Gracias por las lágrimas y sonrisas! ¡Hasta nunca 2020!

¿Motivos para darle las gracias al 2020?

¡Cuántas lágrimas y sonrisas tuvimos en 2020! Llevo 365 días sin ver a mi familia en España. Aún así reconozco que tengo motivos para darle las gracias al año que acabó. En los últimos doce meses el libro «Desde Múnich con Jamón» tomó forma. Además hubo más novedades y cambios en el año que se fue y que merece la pena resumir.

Lágrimas y sonrisas gracias 2020

Lo primero es lo primero, todos tenemos muchas ganas de despedirnos del virus. Ya estamos celebrando las vacunas y la vuelta a la normalidad. Pero, un momento, ¿Qué normalidad? ¿Hemos cambiado algo en estos últimos meses? ¿Será todo como antes? No, todo no será como antes. Quién sabe cuánto tiempo nos acompañarán las mascarillas como elemento indispensable.

¿Qué ha cambiado para mí en 2020?

Ahora, por ejemplo, me doy cuenta de lo mucho que echo de menos ir a comer fuera. Es que me faltan los olores, colores y sensaciones que te proporciona la visita a un restaurante. No hace falta que sea uno con estrellas michelín, la pizzería de la esquina también me vale. Ir a comer fuera de casa es una forma de saltarte la rutina de ir a la nevera y pensar, ¿Qué cocinamos hoy para variar?

Nuevos hábitos y rutinas

Entre las nuevas rutinas que este 2020 ha traído está el papel del trabajo. Por eso lo admito, antes del Coronabicho me costaba salir de la oficina temprano. Probablemente porque estoy más alemanizada de lo que pensaba, ¿salir antes del trabajo? ¡Jamás! Desde que llegó el virus hay menos trabajo, así que quieras o no, ¡A casa que estás de ERTE!

Además ahora las llamadas telefónicas con la familia tienen otro significado. ¿Otro significado? Sí, gracias a la escucha activa las conversaciones telefónicas tienen otro valor. Se acabó el limitarse a emitir monosílabos para confirmar que sigues estando al otro lado del teléfono. Ahora da gusto llamar a la familia y preguntarse mutuamente cómo se está. Lo mejor es escuchar los suspiros y gestos no verbales que detectamos en el timbre de voz. ¿Lo habéis notado? Las sonrisas telefónicas son muy especiales.

Hogar, dulce hogar

Continuando la lista de cambios en el 2020 no me olvido de la importancia del hogar. ¿No habéis leído que en Ikea y otras tiendas de bricolaje se han agotado las herramientas? ¡Es hora de redecorar la cueva! Por eso en 2020 la república independiente de mi casa se ha convertido en algo más que cuatro paredes, es mi mundo. ¡Qué pereza ponerse a limpiar! ¡Total para lo mucho que paro en casa! ¡Ya si eso el domingo por la tarde me pongo con la plancha! Todo eso ha cambiado.

En 2020 seguí la filosofía Marie Kondo «regala-recicla-reutiliza-revende» aplicada incluso a los libros. Eso sí, los que tienen un valor sentimental los he sustituido por su versión digital. Al principio me asusté de ver la estantería medio vacía. Luego disfruté muchísimo pensando cómo se alegrarían otros de recibir alguno de los libros y preparando los paquetes para el envío. En este post encontráreis más detalles sobre donar y vender libros en Alemania.

¡A mal tiempo, buena cara!

Así que ¡creatividad al poder! A cuenta del virus tuvimos que dar las clases de español de forma virtual lo que fue todo un reto. Principalmente porque nadie puede mantener la atención durante 90 minutos. Al cabo de media hora, tienes la sensación de estar viendo Netflix y simplemente desconectas. Las quejas de mis estudiantes sobre clases magistrales grabadas en vídeo confirman esta teoría. Pero, ¿Clase frontal en tiempos de la digitalización? ¡Grandísimo error! Si algo tiene de ventaja dar clases de forma virtual es la facilidad para conectar con los estudiantes, hacerles hablar, interactuar y jugar. Esto último les parecía una pérdida de tiempo. ¡Ahora les apasiona practicar el español de forma lúdica y no me piden ejercicios puramente gramaticales! ¡Aleluya!

¡Se ha escrito un libro!

Para tratar el último logro del año necesito incluir una cita de Rilke: “Una obra de arte es buena si surge de la necesidad.” Llamar obra de arte al primer libro que escribo es exagerado pero sí que puedo decir que «Desde Múnich con Jamón» nació así. Por un lado tenía la necesidad de identificarme como una emigrante entre dos tierras. Por otro lado, el libro surgió de la necesidad de compartir malentendidos, anécdotas y dificultades que pudieran ser útiles para otros emigrantes españoles en Alemania.

El libro está en fase de maquetación. ¡Qué nervios ya no queda nada para los más de 100 mecenas que formaron parte del crowdfunding lo tengan en sus manos! Sí, no solo hubo lágrimas y sonrisas en 2020.

 

Virtual Founders Breakfast – #bitsathome

[:es]Kevin Spacey - Virtual Founders Breakfast #bitsathome[:]

Domingo 29 de marzo de 2020. Sensación de resaca por el cambio horario y aquí estoy desde las 10 de la mañana online dispuesta a preguntar, escuchar y aprender  de los CEO de empresas como Vodafone Alemania o nebenan.de (¿Tienes sal? en español). ¿Cómo es esto posible? Gracias al Virtual Founders Breakfast #bitsathome.

Desde la primera vez que formé parte del equipo de Matchmakers en Bits&Pretzels me sentí parte de una gran familia y ese sentimiento es el que me ha acompañado durante los días previos al desayuno virtual de emprendedores de esta mañana. Son tiempos de miedo ante lo desconocido, de incertidumbre, de gestión de recursos y cambio de hábitos; como por ejemplo, el trabajo desde casa. Son tiempos de crisis para todos: empleados, personas, empresas y, por supuesto, emprendedores. 

Una pantalla por ventana: Virtual Founders Breakfast #bitsathome

Hoy mi pantalla se convirtió más que nunca en una ventana al mundo. Un mundo que se adapta, cambia y asume los retos que nos presenta la situación actual sin caer en el pesimismo ni la negatividad. Al contrario, cada uno de los invitados que ha compartido un trocito de su tiempo y de su salón esta mañana de domingo con nosotros, ha hablado desde su experiencia. ¿Cómo gestionaron crisis y situaciones que exigieron esfuerzo, trabajo en común y sacrificios? Cada uno de ellos desde la humildad y la sinceridad han relatado momentos en su vida personal y profesional en los que se plantearon tirar la toalla, en los que se sintieron sobrepasados por las circunstancias y, a pesar de ello, salieron reforzados tras cada obstáculo.

Especialmente interesante fue la charla de Kevin Spacey. El actor que confesó haberlo perdido todo: vida privada, relaciones personales y su profesión. Pese a la polémica planteada por algunos en las redes sobre lo adecuado de su participación, hay que reconocer que sabe de lo que está hablando. Sin entrar en juicios morales o legales que no nos corresponden fue un mensaje interesante, cargado de preguntas abiertas y reflexiones: Who is ready for the future? (¿Quién está preparado para el futuro?), ¿Qué es lo más importante en tu vida?, ¿Quiénes son las personas a las que amas?, ¿Qué es lo que te mueve a seguir adelante?. Confieso que hasta este momento no había tenido tiempo de plantearme ninguna de ellas. Nuestro día a día antes del COVID-19 no dejaba tiempo para reflexionar sobre nuestro ritmo de vida. 

Iniciativas de ayuda a las PYMES

Para terminar este artículo me gustaría incluir dos iniciativas que se han puesto en marcha en las últimas horas para apoyar a las PYMES y empresas locales que se han visto obligadas a cerrar temporalmente sus negocios. La primera de estas iniciativas es obra de nebenan.de y se llama: Kauf nebenan!. Desde esta plataforma cualquier usuario puede decidir hacer una donación al café, restaurante o tienda de su barrio o adquirir un vale para ser canjeado tras la reapertura del local. La segunda iniciativa se llama Long Live the Block y se trata de una plataforma online creada por varias agencias publicitarias y de relaciones públicas localizadas en Berlin.

Me encantaría que este tipo de iniciativas surgieran en España. De hecho desde hace varios días le doy vueltas a cómo ayudar a la economía española y hasta ahora la respuesta que he encontrado es: comprar productos españoles para que cuando el aislamiento haya pasado las personas puedan volver a sus puestos de trabajo y podamos seguir todos adelante. ¿Y tú cómo lo ves? ¿Conoces otras iniciativas similares en Alemania o España?